Uno de los principios legales que deberían conocer todos los empresarios es el de la imposibilidad de alegar ignorancia ante sus obligaciones legales. Deben conocer sus obligaciones, y no hay “derecho” a ser engañado. Ni siquiera por los expertos contratados directamente para asesorarle. Solo los particulares tienen esta posibilidad.

En materia de prevención de riesgos laborales no solo existe la posibilidad de contratar un experto, sino que es la primera obligación legal: se denomina “modalidad organizativa”, y se suele concretar contratando una empresa externa llamada “servicio de prevención”, o contratando en nómina un técnico de prevención. Pero es un error común que el empresario crea que, con dicha contratación, ya está cubierto. Si el servicio de prevención realiza incorrectamente sus funciones, será el empresario quien responda de ello. Se reproducen las sanciones de Inspección que confirman continuadamente esta cuestión. Se adjunta imagen a este artículo de una sanción en que la empresaria había contratado una empresa de formación que le había proporcionado cursos y documentos, a cambio de bonificaciones de dichos cursos, bajo el argumento de que así ya tenía de “modelo organizativo”. Inspección de Trabajo la sanciona a ella, aun reconociendo en la propia acta de infracción que dicha empresa de formación no disponía de autorización administrativa para hacer las actividades que llevaron a engaño a la empresaria. Deberá ser la empresaria la que intente reclamar daños y perjuicios a la empresa de formación, por el engaño, vía civil. Pero, de entrada, el disgusto es directamente para ella. Y por suerte esta inspección se debía a una denuncia de un trabajador por un conflicto laboral, porque si se hubiese producido por accidente, el caso estaría también en la vía penal.

Es indispensable que el empresario busque un servicio de prevención que le asesore correctamente. En caso contrario, el gasto realizado habrá sido inútil, incluso contraproducente. Es casi peor hacer la prevención “a medias”, que no hacer nada de nada.